Soy Esther y este es mi nuevo blog… Un lugar donde me gustaría compartir las recetas que conozco con vosotros. Esas que nos han enseñado nuestras madres con ingredientes tradicionales y otras incorporando productos de diferentes países.
Hola a todos. Como es tradición desde que nacieron los niños, todos los años por Halloween dedicamos algún día a hacer galletas que después llevan al cole para celebrar con sus compañeros un desayuno terrorífico.
Estas llevan un poco más de trabajo porque, a pesar de ser las típicas galletas de mantequilla que siempre utilizo para decorar, llevan glasa real. La glasa real es fácil de preparar y muy fácil de usar para decorar las galletas, pero si que es cierto que es algo más trabajosa que otras elaboraciones. Pero el resultado es fantástico y como siempre, os pueden ayudar los niños a realizarlas.
Hoy vamos a preparar una receta un poquito festiva podríamos decir, porque es realmente bonito el resultado una vez horneado. Además es un entrante ligero con un poquito de gracia, para un fin de semana de picoteo o para una celebración familiar.
Lo vamos a rellenar de espinacas para compensar un poco el saquito de filo, pero resulta realmente ligero. Pero os podéis imaginar la cantidad de rellenos que podemos utilizar para esta receta.
Las espinacas son unas verduras con muy pocas calorías, 23 por cada 100 gr y también son ricas en calcio. Además nos aportan como muchas otras verduras, vitaminas, minerales y sonuna fuente potencial de antioxidantes naturales.
Además lo acompañamos con un poquito de queso ricotta o si quereis de requesón que nos aportan proteína de alto valor biológico y que es perfecto porque tiene un sabor suave que acompaña fenomenal a este plato.
Receta de Saquitos de masa filo con espinacas, queso ricotta y pasas
Ingredientes
(6 unidades)
300 gr de hojas de espinacas
1 cebolla mediana
Queso ricotta
25 gr de uvas pasas
Masa filo
Mantequilla
Sal y pimienta
Preparación
Primero ponemos nuestras uvas pasas en remojo.
Picamos la cebolla en brunoise pequeñita y la sofreímos en un chorrito de aceite.
Cuando este dorada, añadimos las espinacas y las tapamos con una tapadera para que se cocinen con el vapor.
Una vez las tenemos cocidas (al dente a ser posible), escurrimos las pasas y las incorporamos a las espinacas. Salpimentamos y reservamos.
Para preparar los saquitos de masa filo primero derretiremos un poco de mantequilla en un recipiente y cogeremos una brocha. Hay que tenerlo todo preparado para no dejar la masa mucho tiempo al aire porque es delicada y se nos secaría. Y una vez que se seca no se puede manipular porque se rompe fácilmente.
Como vamos a hacer los saquitos con tres capas cuadradas de masa filo, podemos ir calculando las laminas que necesitamos y el resto las dejamos en la bolsa. Las iremos sacando según vayamos rellenando la masa para que así no se estropeen.
Cortamos la hoja de masa en cuatro partes y las pintamos con la mantequilla derretida.
Ponemos una lámina encima de otra. Yo he puesto tres para que se cocine después correctamente.
Colocamos en medio del cuadrado de masa un poco de relleno de espinacas, sobre éste un poco de queso ricotta, y cerramos el saquito como muestra la imagen. Y ya tenemos uno preparado.
Rellenamos todos hasta terminar nuestro relleno y los vamos colocando sobre el papel de horno de una bandeja.
Horneamos en el horno precalentado a 170º C, calor arriba y abajo, hasta que estén cocinados y veamos que los envoltorios están dorados. Dejamos templar antes de colocarlos sobre un plato porque se pueden romper.
Para preparar la masa de las crepes, ponemos todos los ingredientes en un recipiente y los mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea y sin grumos. Dejamos reposar mínimo media hora. Si hace mucho calor reposará en la nevera.
Mientras que reposa la masa comenzaremos a hacer el relleno. Cortamos los espárragos en trozos pequeños y los salteamos en una sartén.
A continuación haremos lo mismo con las setas. Las cortaremos en tiras y las saltearemos en una sartén.
Salpimentamos los filetes de pollo y los hacemos a la plancha con un chorrito de aceite. Cuando se enfríen, los cortamos en trocitos pequeños del tamaño de las verduras. Juntamos todos los ingredientes y los reservamos.
Para hacer la salsa que acompañará los crepes, ponemos la nata y el queso azul en un cazo hasta que el queso se derrita. La cantidad de queso dependerá de nosotros y lo que nos guste el queso azul.
Para preparar las crepes necesitaremos una buena sartén antiadherente. La engrasamos con un poco de aceite con un papel de cocina, no debe tener exceso de aceite.
Calentamos la sartén y cuando haya tomado temperatura vertemos el líquido de crepes en el centro de la sartén, y mientras con la otra mano vamos girando la sartén hasta que la masa cubra toda la base.
Bajamos un poco la temperatura y dejamos cocinar uno 2 minutos o hasta que los bordes empiecen a levantarse. Cogemos con cuidado por los bordes y le damos la vuelta. También podemos hacerlo con una espátula. Doramos otro minuto por el otro lado y retiramos. Para mantenerlas calientes yo las meto dentro de un trapo limpio de algodón. Tambien se pueden mantener calientes metiéndolas en una papel film. Repetimos el proceso hasta terminar la masa.
Para montar el plato solo tenemos que poner el relleno caliente en un extremo de la crepe y cubrir con un poco de salsa de queso. Enrollamos la crepe y ponemos un poco de salsa por encima o a un lado para poder mojarla. Esto es opcional. Repetimos este proceso con todas las crepes.
Y ya están listas para servir. Si os sobra alguna crepe podéis guardarla en papel film en la nevera y calentarla en la sartén cuando vayáis a consumirla.
En un cazo ponemos la leche ( menos un par de cucharadas que reservaremos para poder deshacer la maicena) junto con la rama de canela, la piel de limón y la vaina de vainilla la cual habremos abierto a lo largo y extraído las semillas. Dejamos infusionar la mezcla y después retiramos del fuego y reservamos.
En un bol aparte mezclamos el azúcar con las yemas y con la fécula de maíz que habremos disuelto en la leche que habíamos reservado. Con unas varillas mezclamos hasta que esté completamente ligado.
A continuación a esta mezcla le vamos incorporando la leche infusionada y templada sin dejar de remover.
Una vez que tenemos todos los ingredientes listos, ponemos nuestra crema a fuego medio y no dejamos de remover porque podría pegarse la crema. Removemos constantemente hasta conseguir que la mezcla espese.
Retiramos y dejamos enfriar la crema pastelera cubriendo con papel film la superficie para que no se cree una piel.
La zarzuela de pescado es unos de esos guisos que admite bastantes variedad de ingredientes. Podéis poner el pescado que más os guste o el que en ese momento encontréis en el mercado. Al igual que pasa con el resto de ingredientes. Hay recetas que incorporan mejillones, cigalas y otros tipos de productos.
El resultado de este plato con su sofrito de verduras, su picada y sus maravillosos ingredientes siempre resultará espectacular. Además con el caldo sobrante podréis preparar una maravillosa sopa de pescado. Es un plato fantástico para impresionar o simplemente para darte un gustazo.
Receta de Zarzuela de pescado
Ingredientes
(para 4 personas)
2 trozos de rape
2 trozos de merluza
1 puerro
1/2 pimiento rojo
1 tomate grande o 2 más pequeños
1 calamar
10 almejas gordas
12 gambas crudas
1 patata grande
50 ml de coñac o brandy
Unas hebras de azafrán
2 dientes de ajo
Caldo de pescado
10 almendras tostadas
1 trozo de pan
Sal y pimienta
Preparación
En una cazuela de fondo alto ponemos aceite de oliva y sofreímos los dientes de ajo bien picados.
Ua vez los tengamos listos añadimos el pimiento y el puerro bien lavados y picados finos. Sofreímos.
Mientras vamos preparando los tomates. Podemos pelarlos con un cuchillo de sierra o bien escaldarlos para pelarlos más fácilmente. Una vez pelados, los picamos en cuadraditos y cuando el sofrito esté listo, incorporamos el tomate a la cazuela y dejamos que se cocine.
Cuando tengamos cocinados los tomates, incorporaremos el brandy. Debemos dejarlo al fuego hasta que se evapore el alcohol. En ese momento incorporaremos el caldo. Para añadir las hebras de azafrán, en un vaso aparte ponemos un poco de caldo e introducimos las hebras. Removemos y dejamos que suelten todo su sabor antes de incorporarlas al guiso. Dejamos cocinar el sofrito unos 20 minutos para que las verduras se ablanden y reduzca el caldo.
Pasado este tiempo, las verduras ya se habrán ablandado y trituraremos el caldo con la batidora. Si queréis podéis pasarlo por el tamiz o por el colador para conseguir una textura aun más fina.
Es hora de incorporar los calamares y dejar unos minutos hasta que se cocinen junto con las patatas. Unos 15 minutos aproximadamente. No podemos descuidarnos con las patatas porque todavía se cocerán otros 15 minutos más o menos cuando incorporemos el pescado. Y si se pasan de cocción se desharán. Por eso debéis cortarlas en rodajas gruesas.
Mientras, prepararemos el pescado. Salpimentamos nuestros trozos de pescado y los pasamos ligeramente por harina. Los freímos en una sartén con aceite de oliva lo justo para sellarlos con la harina y los reservamos.
Ahora prepararemos la picada. El pan lo freiremos en la misma sartén donde freímos el pescado hasta que quede muy tostado. Si queréis podéis hacerlo en la tostadora. Lo pondremos en el mortero junto con las almendras y machacaremos el conjunto. Si tenéis perejil y os gusta podéis incorporarlo en este momento. Ponemos en el mortero un poco de caldo de nuestro guiso y removemos. Incorporamos la picada a la cazuela y dejamos que se integre la mezcla.
Por último introducimos en la cazuela el resto de ingredientes: el pescado, las almejas y las gambas peladas. Dejaremos uno 15 minutos hasta que el pescado esté cocinado , dependiendo del tipo de pescado que hayamos usado para nuestra zarzuela será más o menos tiempo. Y ya estará listo para servir.
Lo podéis acompañar con un poco de arroz hervido para aprovechar el maravilloso caldo que resulta de este plato.
250 gr de frutos variados (arándanos, moras, frambuesas)
110 gr de harina de repostería
2 yemas de huevo
70 gr de azúcar
70 gr de mantequilla en pomada
3 gr de levadura química
Un pellizco de sal
Preparación
Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo
Batimos las yemas con el azúcar hasta formar una crema
A continuación incorporamos la mantequilla en pomada e integramos bien.
Mezclamos la harina con la levadura y la sal y vamos incorporando poco a poco a la mezcla anterior hasta conseguir una masa suave.
Colocamos la masa en unas cápsulas de magdalenas y distribuimos la fruta por encima. Yo he usado arándonos y frambuesas frescas, y moras congeladas que tenía de las que recogí este verano. Las he puesto sin descongelar. Debéis llenar las cápsulas con la masa hacia la mitad del molde, hay que dejar hueco para las frutas y además la masa aumenta de tamaño.
Metemos los recipientes en el horno durante 20 minutos aproximadamente.
Cuando estén listas las sacamos y dejamos templar.
Podemos dejarlas en la cápsula de magdalena o sacarla antes de servirla. Una opción para servirla es acompañarla de una bolita de helado suave (tipo yogur, vainilla o nata). Si las hacéis por la mañana para consumir por la tarde, metedlas 15 segundos en el microondas y parecerán recién salidas del horno.
Por lo que conocemos hasta la fecha, el origen de nuestros turrones parece ser árabe. Principalmente los más tradicionales como son los de almendra, ya sea duro o blando, o el de Jijona.
Por los ingredientes que lo forman como son la almendra y la miel, se consumía principalmente en ocasiones especiales y festividades varias.
En la actualidad es España el país que mas produce y que más consume. Y por extensión también podemos encontrarlo en Francia, Italia o en algunos países hispanos por influencia española. En muchos países fabrican variedades con ingredientes muy similares y en cada lugar tiene un nombre diferente.
Del turrón de nata nueces poca información he podido encontrar, a pesar de ser una variedad muy frecuente en nuestro país desde hace años. Pero vemos que cada año se van aumentando las variedades y creando nuevos sabores.
Si queréis cocinar vuestro propio turrón de nata y nueces lo único que necesitáis son unos ingredientes de calidad porque es realmente muy sencillo. No lo preparéis con demasiada antelación porque, aunque tiene que reposar, tiende a resecarse por muy bien que se conserve.
Receta de Turrón de nata y nueces
Ingredientes
200 gr de almendra cruda molida
200 gr de azúcar glas
125 gr de nata líquida para montar (35% m.g.)
125 gr de nueces
Nueces para decorar
Cobertura o decoración de chocolate (opcional)
200 gr de cobertura de chocolate
20 gr de manteca de cerdo
La manteca de cerdo no es un ingrediente imprescindible si tenemos una cobertura de buena calidad. Lo único que conseguimos con ella es que la cobertura tenga una textura más líquida y se extienda mejor, pero podemos prescindir de ella.
Preparación
En un cazo ponemos la nata a fuego medio y dejamos que se caliente. Cuando esté a punto de hervir, incorporamos el azúcar glas y removemos hasta que se mezcle bien en la nata. Debemos ir removiendo de vez en cuando y no dejar que se pegue. La textura que tenemos que conseguir es la de una especie de almíbar, un caramelo líquido y claro.
Cuando hayamos conseguido la textura deseada es hora de incorporar la almendra cruda molida. Conseguiremos una pasta.
En este momento incorporamos las nueces que habremos troceado de manera gruesa y removemos bien para que se integren de manera uniforme.
Una vez tengamos lista la mezcla de nata y nueces con la almendra debemos ponerla en un molde.
No es necesario tener un molde para turrón. Podéis usar un molde rectangular forrado con papel de horno como os indico a continuación. O incluso un brik de leche cortado por la mitad y bien lavado, forrado igualmente.
Introducimos la pasta en el molde y la distribuimos por todo el recipiente. Debemos aplastarla muy bien para que quede compacta. Después alisamos la superficie y tapamos con el papel de horno sobrante. Debemos dejar enfriar por completo antes de desmoldar.
Podemos dejar el turrón así y ya estaría listo para comer. Si queremos cubrirlo con la cobertura de chocolate (blanco o negro), ponemos al baño maría el chocolate con la manteca y dejamos que se funda.
Desmoldamos el turrón y lo colocamos sobre una rejilla. Cubriremos nuestra tableta con la cobertura y si queremos decoramos con unas nueces.
Si hay algo que sorprende cuando lo haces en casa por lo ricos que quedan son los polvorones. A primera vista puede resultar una masa muy complicada de hacer y que es mejor ir a la tienda a comprarlos. Pero os aseguro que una vez que probéis los polvorones hechos en casa, repetiréis todos los años.
En el blog podéis encontrar en otra entrada los polvorones de almendras que son realmente deliciosos y muy suaves. Pero para los que les gustan los sabores algo más atrevidos os aconsejo estos de avellanas. A mí simplemente estos me apasionan por ese sabor a tostado que les deja la avellana tostada.
Receta de Polvorones de avellanas.
Ingredientes
(15 unidades aprox.)
200 gr. de harina de repostería
100 gr. de avellanas tostadas sin piel
50 gr. de azúcar glas y un poco más para adornar
100 gr. de manteca de cerdo ibérico
Preparación
Antes de ponernos mano a la obra con la masa debemos realizar dos elaboraciones previas. Preparar la harina y las avellanas.
No hay duda que lo mejor para conseguir un mayor sabor de avellanas es tostarlas nosotros mismos. Para ello simplemente debemos poner las avellanas crudas en una bandeja de horno a unos 150 ºC y hornearlas hasta que se tuesten. Las moveremos de vez en cuando para que se tuesten de manera homogénea. Siempre debemos poner algo más de peso de lo que nos indica la receta porque con el tostado suele mermar. Una vez tostadas debemos dejar que enfríen totalmente.
La tarde de antes prepararemos la harina. En una bandeja de horno ponemos la harina tamizada y metemos en el horno precalentado a 130ºC, calor arriba y abajo durante unos 30 minutos aproximadamente. Dejaremos la harina hasta que se cocine, tendrá un color amarillento. Es importante ir moviendo la harina para que se cocine de manera homogénea y no se queme, porque amargaría. Una vez la tengamos horneada, la debemos dejar enfriar por completo hasta el día siguiente.
El día que vayamos a hacer los polvorones, trituraremos las avellanas en un robot de cocina o batidora.
A continuación ponemos la manteca en un recipiente y la batimos hasta que se ablande. Después añadimos el azúcar glas tamizada y batimos hasta que esté completamente mezclado y tengamos una crema suave.
Por último añadimos la harina con las avellanas y seguimos amasando. La masa que nos irá resultando será algo arenosa, no os preocupéis, poco a poco ira cogiendo cuerpo y podremos hacer una masa uniforme.
Formamos una bola aplanada, tapamos con papel film y la guardamos en el frigorífico durante 30 minutos o una hora. No debemos dejarla más tiempo porque se nos quebrará demasiado cuando vayamos a trabajar con ella.
Pasado el tiempo, sacamos la masa de la nevera y la vamos aplastando con la mano. Se nos puede ir abriendo por los bordes pero la vamos juntando hacia dentro y seguimos aplastando.
Cuando tengamos una plancha del grosor deseado (aproximadamente 1,5 cm.), le pasamos el rodillo por encima levemente para alisar la superficie.
Vamos cortando los polvorones y colocándolos sobre una bandeja de horno que habremos cubierto con papel de hornear. Los restos de masa que nos queden lo juntamos hasta formar de nuevo otra plancha y volveremos a repetir el proceso anterior.
Metemos los polvorones ya formados en la nevera el tiempo que podamos. Si tenemos prisa podemos dejarlos únicamente una hora.
Precalentamos el horno a 170ºC únicamente con el grill, y los metemos a una altura media-alta durante unos 10 minutos. Debemos ir vigilando para que no se quemen.
Sacamos los polvorones del horno y los dejamos enfriar por completo en la bandeja para poder manipularlos. Una vez fríos, los cubrimos con azúcar glas y ya los tenemos listos para consumir.
Para decorar galletas con glasa real solemos utilizar dos tipos de textura. Por un lado la glasa de perfilado y por otro la de relleno.
La receta es la misma para ambas texturas. Únicamente debemos hacer un poquito más liquida la receta de relleno, incorporando agua a nuestra receta inicial. Yo para no pasarme con el agua lo hago con un vaporizador hasta conseguir la textura adecuada.
Receta de glasa real para decorar galletas
Ingredientes
400 gr de azúcar glas
70 gr de clara de huevo pasteurizada
1 c. c. de zumo de limón
Preparación
Pon las claras de huevo en un recipiente completamente limpio y seco. Bate con unas varillas hasta conseguir que las claras tengan una textura que se conoce con las puntas blandas.
En este punto añade el zumo de limón y ve incorporando cucharada a cucharada el azúcar glas. Batiendo hasta conseguir una textura muy firme de manera que no se caiga la glasa de las varillas.
Esta mezcla es la llamada glasa para perfilado. Para hacer la glasa de relleno solo debéis separar la parte de glasa que necesitéis y añadirle agua como os indicado poco a poco con un vaporizador limpio hasta tener una mezcla más fluida.
Y por último colorear vuestra glasa real para las diferentes decoraciones.
Desde hace ya algún tiempo, la aparición en nuestras vidas de las galletas de jengibre significa que la Navidad está próxima. Las podemos encontrar en diferentes formatos aunque los más conocidos son los muñecos, corazones e inclusos pequeñas casitas decoradas con un montón de nieve en sus tejados.
También hay varias recetas pero todas suelen incluir un edulcorante como la melaza y diferentes especias como canela, clavo, nuez moscada y por supuesto jengibre.
Estas galletas son una ocasión única para compartir un ratito con vuestros hijos. Son unas galletas deliciosas y quedan estupendas decoradas, y a ellos les encantará ayudaros. Podéis ademas aprovechar para hacerle un pequeño agujero antes de hornearlas y una vez que las tengáis decoradas, pasarles una cinta y servirán de decoración de vuestro árbol.
Receta de Galletas de jengibre
Ingredientes
150 gr de harina blanca de repostería (podéis poner toda la harina integral o blanca)
150 gr de harina integral
25 gr de copos de avena (opcional)
120 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
50 gr de miel
50 gr de azúcar de coco o moreno
5 gr de levadura química en polvo
25 gr de jengibre fresco rallado
1/2 c. c. de nuez moscada
1/2 c. c. de canela molida
Una pizca de sal
Preparación
En un recipiente ponemos la mantequilla a temperatura ambiente junto con el azúcar moreno y batimos hasta conseguir una crema.
A continuación incorporamos el huevo y removemos bien hasta tenerlo completamente mezclado. Añadimos la miel y volvemos a mezclar.
Ahora podemos incorporar las especias, el jengibre rallado y los copos de avena si hemos decidido ponerlos.
Movemos bien y añadimos por último las harinas que habremos tamizado previamente junto con la sal y la levadura.
Removemos bien hasta conseguir una masa que podamos manejar pero que no esté excesivamente dura.
Extendemos la masa entre dos laminas de papel de hornear y dejamos reposar la masa en la nevera mínimo una hora.
Precalentamos el horno a 175º C calor y arriba abajo.
Sacamos la masa de la nevera y cortamos las galletas con los moldes que más nos gusten.
Horneamos las galletas durante unos 12 minutos aproximadamente y cuando esté listas las dejamos enfriar por completo sobre una bandeja antes de decorarlas.
Una vez frías podéis decorarlas con chocolate blanco o con glasa real.