Soy Esther y este es mi nuevo blog… Un lugar donde me gustaría compartir las recetas que conozco con vosotros. Esas que nos han enseñado nuestras madres con ingredientes tradicionales y otras incorporando productos de diferentes países.
Estando en época de membrillos no podíamos dejar pasar este fruto tan especial y tan de temporada. Su carne es dura, astringente y agria, por lo que no es muy común comerlo crudo aunque yo debo decir que me encanta. Pero a veces resulta de difícil digestión por su alto contenido en fibra insoluble. Sus usos más comunes suelen ser cocidos con miel, en mermeladas o el famoso dulce de membrillo.
Pero resulta una gran alternativa para combinar con carnes por el dulzor que desprende cuando se cocina, resultando el acompañamiento perfecto en algunas ocasiones.
Receta de Carrilleras de cerdo con membrillo y piñones
Ingredientes
1 kilo de carrilleras de cerdo limpias
1 puerro
2 dientes de ajo
1 membrillo grande (300 gramos de membrillo ya pelado)
100 ml de coñac o brandy (opcional)
Un puñado de piñones
Caldo de carne
Harina
Zanahorias y arroz para acompañar
Preparación
Salpimentamos las carrilleras de cerdo y las pasamos levemente por harina.
En la cazuela donde vayamos a cocinarlas, las marcamos por ambos lados con un poco de aceite y reservamos.
A continuación picamos los dos dientes de ajo y en esa misma cazuela los doramos sin que se quemen.
Cuando tengamos listo los ajos, incorporamos el puerro que habremos picado previamente. Lo pochamos lentamente.
Pelamos nuestro membrillo, le quitamos el corazón y las semillas y lo cortamos en trozos generosos. Lo pasamos a la cazuela y dejamos que se marque levemente junto con el puerro y el ajo.
Es hora de incorporar las carrilleras. Las disponemos en la cazuela y regamos con el brandy en caso de que vayamos a usarlo. Dejamos que se cocine todo junto hasta que se evapore el alcohol.
Una vez hemos eliminado el alcohol, cubrimos la carne con un caldo (si tenemos) o con agua. Si cocinamos en olla express, dejaremos unos 20 minutos. Si lo cocinamos en olla normal, hasta que la carne esté blanda.
Una vez cocidas las carrilleras, las sacaremos de la olla y podemos pasar la salsa por el chino o triturar con la batidora. A mí me gusta dejarla tal cual porque queda espesa ya de por si, y se puede disfrutar de los trozos de membrillo que no se ha deshecho del todo, pero que sin embargo están cocidos.
Para acompañar podemos hacerlo con unos bastones de zanahorias salteados en una sartén con un poquito de aceite de oliva y un puñadito de arroz basmati.
Terminamos el plato con unos piñones que habremos tostado previamente en una sartén sin aceite.
40 gr de muixarnons (o las setas que tengamos a mano)
10 almendras crudas
1 hoja de laurel
Tomillo
Un trozo de pan
200 ml de vino blanco
1 diente de ajo
Harina
Sal y pimienta
Preparación
Salpimentamos los bistec de ternera, enharinamos y los freímos ligeramente en aceite de oliva. Reservamos.
En la misma cazuela sofreímos la cebolla y las zanahorias que habremos picado muy menudas. Cuando estén tiernas incorporamos las hierbas y los tomates picados sin piel. Tambien podéis usar tomate triturado natural.
Cuando los tomates estén cocinados y tengamos una salsa concetrada, añadimos el vino blanco y dejamos reducir.
En este momento incorporamos a la cazuela la carne, caldo o agua hasta cubrirla y dejamos que se cocine a fuego lento hasta que la ternera esté blandita.
Cuando tengamos la carne cocinada, sacamos los filetes de la cazuela y pasamos la salsa por un chino o por un colador. Cocemos y espumamos.
Vamos a preparar la picada. Freímos en aceite caliente el trozo de pan y tostamos las almendras. En un mortero ponemos el diente de ajo, el pan tostado ya frio y las almendras tostadas. También podemos incorporar un poquito de perejil fresco. Cuando lo tengamos todo bien triturado, incorporamos a la cazuela donde tenemos la salsa de los tomates, removemos bien e introducimos los filetes de ternera.
Por último, salteamos las setas que hayamos elegido y las ponemos en el guiso. Dejamos que todo dé un hervor de unos cinco minutos y estará listo para servir. Este plato suele cocinarse el día anterior y se recalienta el día que lo vayamos a comer. Está muchísimo más rico.
Hoy vamos a acercarnos a la gastronomía de nuestros vecinos de Marruecos con un plato muy típico de esta zona. Estos bocaditos de masa brick rellenos tienen multitud de opciones, tanto en rellenos dulces como salados. Yo os propongo una receta que me enseñó a preparar mi amiga Rkia cuando vivía en Barcelona. Por supuesto que supongo que no será la única que encontréis pero aquí os muestro cómo me enseñó a prepararla ella.
Si quereis que una vez terminada luzca un poco mas festiva, podéis espolvorear un poco de azúcar glas y almendra molida por encima y quedarán realmente llamativas.
Receta de Briouats de pollo
Ingredientes
(20 unidades)
2 cuartos traseros de pollo
1 paquete de hojas de masa brick
1 cebolla
1/2 c.c. de jengibre en polvo
1/2 c. c. de cúrcuma molida
1 c. c. de canela molida
1 rama de canela
2 c. s. de perejil picado
2 c. s. de cilantro picado
Almendra semitostada molida
Azúcar glas
Agua de azahar
Un poquito de mantequilla
Un huevo
Preparación
En una cazuela con un chorrito de aceite y una cucharada sopera de mantequilla caliente ponemos la cebolla cortada en juliana. Cuando esté tierna y dorada, ponemos el pollo salpimentado.
A continuación, incorporamos la canela en rama, la canela molida, la cúrcuma y el jengibre molido. Damos unas vueltas para que las especias se impregnen con el resto de alimentos e incorporamos agua hasta cubrir el pollo. Dejamos cocer alrededor de una hora hasta que el pollo esté cocido y la carne se desprenda fácilmente del hueso.
Una vez que tenemos el pollo cocido, lo sacamos de la olla y separamos el caldo de la carne. El caldo lo debemos guardar, de hecho no tenemos que dejar en ningún caso que el guiso se quede seco porque necesitaremos el caldo para hidratar el relleno de las briouats.
Deshuesamos el pollo y reservamos. Si hemos dejado enfriar el caldo podemos desgrasarlo antes de incorporarlo al pollo. Mezclamos bien el caldo con el pollo de manera que nos quede la carne jugosa pero no con exceso de líquido.
A continuación le incorporamos el cilantro y el perejil picado, el agua de azahar al gusto, y rectificamos de sal y de canela si fuera necesario. Debe tener sabor, no solo a pollo si no que debemos notar las especias y las hierbas.
Una vez que tenemos el relleno listo podemos empezar a preparar nuestro paquetitos. En la mesa disponemos todos los ingredientes: las laminas de masa brick, el huevo batido con un pincel, la almendra molida y el azúcar glas.
Cortamos la masa brick por la mitad y después cada mitad de nuevo en dos. Para cada briouat utilizaremos dos partes unidas una continuación de la otra que pegaremos con un poco de huevo batido.
Cerca del extremo de la masa colocamos una cucharada sopera del relleno y le ponemos por encima almendra molida y azúcar glas. Pintamos el extremo con el huevo batido y vamos doblando la masa de manera que siempre nos quede un triangulo. Como se muestra en las imágenes. Segun vamos doblando, vamos pintando con el huevo para que se quede pegada la masa.
Una vez que hemos llegado al final de la masa, para que la briouat quede mas bonita, meteremos el extremo que sobra por el hueco que queda en el triángulo, como cuando cerramos un sobre. Si es necesario cortar un poco para que entre mejor lo podemos hacer con unas tijeras. Pintamos bien con huevo y metemos la masa.
Vamos colocando los paquetitos sobre un papel de hornear. Si no queremos cocinarlas todas en el momento podemos congelarlas en crudo. Las ponemos sobre papel de horno y las metemos en una bolsa zip. Cuando queramos sacarlas no es necesario descongelar para cocinarlas, lo podemos hacer directamente.
Pero si queremos cocinarlas podemos hacerlo o bien fritas en abundante aceite o bien como yo las hago que es al horno. Calentamos el horno a 170ºC, calor arriba y abajo, pintamos con huevo por ambos lados las briouats y las horneamos hasta que estén doradas y crujientes. Cuando cojan color por un lado le damos la vuelta con cuidado para que se doren y cocinen por el otro.
Servimos calientes bien así segun salen del horno o espolvoreando por encima un poco de almendra molida y azúcar glas.
Primeramente prepararemos las berenjenas para poder rellenarlas. Encendemos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Lavamos bien las berenjenas y les cortamos la parte del rabito. Las partimos a la mitad de manera longitudinal, y marcamos con la punta de un cuchillo rallas de manera que se formen unos rombos. Así conseguiremos que penetre el calor y se cocine la carne de la berenjena.
Las metemos en el horno y dejamos que se cocinen hasta que la carne del interior esté blanda y la piel tersa para que aguante el relleno.
Mientras que las berenjenas están en el horno, prepararemos el relleno.
Cortamos la cebolla en cuadraditos pequeños (brunoise) y la sofreímos en una sartén con un chorrito de aceite.
Cuando la cebolla esté dorada, añadimos la carne picada y la cocinamos. Salpimentamos y añadimos orégano, en cantidad suficiente para que se haga notar. El orégano es una especia que va fenomenal con las berenjenas , de ahí que la utilicemos en esta receta.
Cuando tengamos casi cocinada la carne picada, incorporamos el tomate crudo y lo dejamos que se cocine lentamente junto a la carne y la cebolla. Cuando esté lista, apagamos y reservamos.
Ahora vamos a vaciar las berenjenas. Para ello cogemos una cuchara y la vamos pasando alrededor de las berenjenas con cuidado de no romper la piel y vamos sacando la carne.
Una vez tenemos las berenjenas vacias, picamos la pulpa con un cuchillo y la mezclamos con la carne picada. Cocinamos durante unos 5 minutos para que se mezcle bien y se impregne la berenjena de todos los aromas.
Ahora que ya tenemos listos el relleno y el recipiente, es hora de preparar las berenjenas. Sobre una bandeja de horno ponemos un papel y sobre este disponemos las berenjenas vacías. Rellenamos con la mezcla de carne picada, cebolla y carne de berenjena. Cubrimos con la bechamel y rallamos por encima el queso que hayamos elegido. Yo en este caso he puesto Ronkari, que es un queso de oveja muy sabroso.
Metemos en el horno precalentado a 170ºC , calor abajo y arriba el gratinador hasta que el queso se haya derretido y haya empezado a formar una costra dorada. En ese momento ya estarán listas para servir.
Hoy vamos a aprender a hacer patatas torneadas con patatas de cualquier tamaño. Sirven para acompañamiento y ademas decoran porque son todas del mismo tamaño, como si las hubiéramos comprado así. Es muy practico porque no siempre es fácil encontrar patatas para guarnición, y además podemos hacerlas con la variedad de patatas que nosotros queramos.
Como estamos en temporada de ciruelas vamos a aprovechar para hacer una salsa de acompañamiento con ellas que le da un toque muy suave a la carne de pavo y que le va perfectamente.
Receta de Pavo asado con ciruelas y patatas torneadas
Ingredientes
Una patorra de pavo
4 ciruelas
3 dientes de ajo
Dos patatas grandes
Agua o caldo
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Preparación
En una fuente para horno ponemos la pata de pavo y la salpimentamos. Le ponemos un chorrito de aceite de oliva pero no en exceso porque no queremos que luego la salsa esté demasiado grasa.
Lavamos las ciruelas y las cortamos por la mitad. Le quitamos el hueso y las disponemos en la bandeja de hornear.
Le damos un golpe a los dientes de ajo y sin pelar, los ponemos también en la bandeja de hornear.
Para preparar las patatas torneadas primero pelaremos las patatas elegidas.
Después las cortaremos en trozos más o menos de igual tamaño.
Para hacerlas redondeadas iremos quitando las aristas con un cuchillo hasta conseguir unas patatas más o menos redondeadas.
Poco a poco tendremos unas patatas redondas y pequeñas perfectas para acompañar nuestro asado y cualquier otro plato. Y unos restos de patata que podemos guardar para usar en algún puré. Yo lo que hago con ellos es freirlas y se los pongo a los niños. Les encantan porque son unas patatas fritas muy especiales.
Una vez preparadas las patatas, los ponemos en la bandeja, regamos con un poco de agua o caldo y lo cocinamos en el horno precalentado a 175º C, calor arriba y abajo durante más o menos 1 hora y viente minutos o hasta que el pavo esté listo. Los últimos cinco minutos poner la piel hacia arriba para que se tueste y quede crujiente.
Una vez listo el pavo, sacamos la bandeja del horno y disponemos las ciruelas, los ajos ya pelados y el caldo de la cocción en un cazo. Para aprovechar los jugos de la cocción que se han pegado en la bandeja pasamos una lengua por los laterales de la bandeja y así desglasamos la bandeja.
Trituramos las ciruelas con el resto de ingredientes y después la pasamos por un colador para que quede más fina y no encontremos las pieles de las ciruelas.
Disponemos el pavo en una bandeja y acompañamos con las patatas torneadas y un poco de salsa de ciruelas.
Para preparar la masa de las crepes, ponemos todos los ingredientes en un recipiente y los mezclamos bien hasta que quede una masa homogénea y sin grumos. Dejamos reposar mínimo media hora. Si hace mucho calor reposará en la nevera.
Mientras que reposa la masa comenzaremos a hacer el relleno. Cortamos los espárragos en trozos pequeños y los salteamos en una sartén.
A continuación haremos lo mismo con las setas. Las cortaremos en tiras y las saltearemos en una sartén.
Salpimentamos los filetes de pollo y los hacemos a la plancha con un chorrito de aceite. Cuando se enfríen, los cortamos en trocitos pequeños del tamaño de las verduras. Juntamos todos los ingredientes y los reservamos.
Para hacer la salsa que acompañará los crepes, ponemos la nata y el queso azul en un cazo hasta que el queso se derrita. La cantidad de queso dependerá de nosotros y lo que nos guste el queso azul.
Para preparar las crepes necesitaremos una buena sartén antiadherente. La engrasamos con un poco de aceite con un papel de cocina, no debe tener exceso de aceite.
Calentamos la sartén y cuando haya tomado temperatura vertemos el líquido de crepes en el centro de la sartén, y mientras con la otra mano vamos girando la sartén hasta que la masa cubra toda la base.
Bajamos un poco la temperatura y dejamos cocinar uno 2 minutos o hasta que los bordes empiecen a levantarse. Cogemos con cuidado por los bordes y le damos la vuelta. También podemos hacerlo con una espátula. Doramos otro minuto por el otro lado y retiramos. Para mantenerlas calientes yo las meto dentro de un trapo limpio de algodón. Tambien se pueden mantener calientes metiéndolas en una papel film. Repetimos el proceso hasta terminar la masa.
Para montar el plato solo tenemos que poner el relleno caliente en un extremo de la crepe y cubrir con un poco de salsa de queso. Enrollamos la crepe y ponemos un poco de salsa por encima o a un lado para poder mojarla. Esto es opcional. Repetimos este proceso con todas las crepes.
Y ya están listas para servir. Si os sobra alguna crepe podéis guardarla en papel film en la nevera y calentarla en la sartén cuando vayáis a consumirla.
Lo bueno que tienen los guisos es que suelen aceptar casi todos los ingredientes que tengamos en casa y quedan realmente deliciosos. Hoy vamos a aprovechar justamente lo que tenemos en casa para hacer un guiso de pollo de esos de “toma pan y moja”. Empezamos.
Receta de Guiso de pollo fácil
Ingredientes
1/2 pollo cortado en trozos
1 cebolla
2 hojas de laurel
125 ml de vino blanco (podéis utilizar cerveza)
12 almendras crudas o tostadas (podéis usar avellanas, anacardos…)
2 dientes de ajo
Unas hebras de azafrán
Caldo de pollo o verduras
Sal, pimienta y aceite de oliva
Preparación
Salpimentamos el pollo y lo ponemos en una cazuela con aceite de oliva para que se dore ligeramente. Lo sacamos y reservamos.
A continuación doramos los ajos cortados por la mitad. Los sacamos y reservamos en el mortero.
En la misma olla donde hemos dorado el pollo, ponemos la cebolla que habremos picado previamente. Así podremos aprovechar los jugos que haya soltado el pollo.
Cuando hayamos pochado la cebolla, incorporamos el vino o la cerveza a la olla y dejaremos unos minutos para que se evapore el alcohol.
Cuando haya evaporado todo el alcohol y veamos que solo quedan jugos, pondremos el pollo, el caldo de las verduras o pollo, la hoja de laurel y las hebras de azafrán que habremos hidratado en un poco de caldo. Dejamos que hierva hasta que el pollo esté cocinado. Todo dependerá de lo grandes que sean vuestros trozos.
Mientras que el pollo se esta cocinando prepararemos la picada. Si hemos optado por utilizar almendras crudas las tostaremos en una sartén sin aceite con cuidado de no quemarlas. Si las almendras están tostadas os podéis ahorrar este paso. Ponemos en el mortero (o en la picadora) los ajos fritos, las almendras y perejil si tenéis o si os gusta. Lo picamos bien y le ponemos un poco de caldo del guiso. Movemos todo bien y cuando el pollo esté guisado, incorporamos la picada a nuestro guiso y dejamos que hierva unos 5 minutos para que la picada se integre y el caldo espese.
Cuando pasen estos 5 minutos, apagáis el fuego y dejáis que repose un poquito antes de servir.
Creo que no puede haber tapa o plato más representativo de España como las croquetas. El plato de aprovechamiento de sobras por excelencia porque las podemos hacer de los rellenos más variopintos posibles.
Aquí os enseñaré a hacer la base de bechamel y un relleno muy típico, el de la carne que nos sobra cuando hacemos cocido, pero podéis hacerlo de lo que mas os guste (jamón, bacalao, sepia, queso azul…).
También veremos algunos trucos para freirlas y para congelarlas. Espero que os animéis con esta receta tan sencilla y tan nuestra.
Receta de croquetas de cocido
Ingredientes
200 gr de pollo cocido y chorizo del cocido
415 gr de leche entera (o la que utilicéis)
90 gr de harina
25 gr de aceite de oliva
25 gr de mantequilla (opcional)
Una pizca de sal
Huevo y pan rallado
Preparación
En un recipiente hondo ponemos la mantequilla junto con el aceite hasta que se derrita la mantequilla. Si optáis por no utilizar mantequilla, poned doble cantidad de aceite (100 gr) y seguís con los pasos de la receta.
Cuando tengamos la mantequilla derretida, pondremos la harina y moveremos para cocinarla, removiendo constantemente para que no se pegue ni se queme.
A continuación incorporaremos la leche poco a poco a temperatura ambiente. E iremos removiendo con la varilla para que no se hagan grumos y se integre todo la leche en la mezcla.
Repetiremos esta operación hasta que hayamos incorporado toda la leche.
Debemos obtener una mezcla homogénea, sin grumos y de una textura tirando a espesa.
En este momento incorporamos a nuestra mezcla el pollo cocido y el chorizo que habremos picado. Podéis picarlo con una procesadora de alimentos o con cuchillo, dependiendo de si os gusta encontrar tropezones o no. Removemos para integrar bien los ingredientes. Probamos de sal y rectificamos si es necesario.
A continuación debemos dejar enfriar la masa de nuestras croquetas. Para ello pondremos la mezcla en un recipiente y lo taparemos con un trozo de papel film de manera que este pegado el papel a nuestra masa y no queden burbujas. Así no se nos hará una piel en la masa y se enfriará de manera correcta.
Para formar las croquetas podéis hacerlo de dos maneras. Para una capa normal y bastante crujiente, debeis coger un poco de masa (más o menos dependiendo del tamaño que os guste para vuestras croquetas) y las pasáis por huevo batido y después por pan rallado. Si queréis doble crujiente (como lo llaman mis hijos), las pasáis primero por huevo, después por pan rallado, otra vez por huevo y otra vez por pan rallado. Esto da doble trabajo, doble gasto de huevo y pan y doble crujiente. Yo lo utilizo únicamente con unas piezas extragrandes que les preparo a los niños y les encantan. Esto es ya una elección personal.
Antes de freirlas os recomiendo que las dejéis reposar, así el rebozado se integra y se seca y conseguiremos unas croquetas perfectas.
Para freirlas, utilizad un recipiente pequeño con bastante cantidad de aceite (de oliva a ser posible que es el que más frituras aguanta sin ensuciarse). Una vez las tengáis fritas, las sacamos a un colador para que escurran el posible exceso de aceite y después a un papel absorbente para secarlas.
Si lo que queréis es congelarlas, las dejáis reposar igualmente para que se seque el pan rallado y las disponéis en una bandeja como os indico arriba. Yo las meto así en el congelador y cuando están totalmente congeladas las paso a una bolsa zip. Así se mantienen separadas y perfectas para sacar las que necesite cuando quiera hacerlas.
El dim sum es un aperitivo asiático que curiosamente se sirve acompañado de té, bebida tan importante como la comida. Existen múltiples variedades de este aperitivo cocinado al vapor (también podemos disfrutar de su versión frita). Lo podemos encontrar relleno de carne, verduras, marisco e incluso en formato dulce.
Parece algo complicado por su aspecto pequeño y recogido, tipo mini empanadilla, pero cuando hayáis hecho los primeros veréis que es divertido.
Podéis encontrar esta receta y muchas más interesantes en el libro de Ibán Yarza, PAN CASERO (Larousse)
Receta de Dim Sum de carne
(para 10 unidades)
Ingredientes
Masa
200 gr harina de repostería
100 gr de agua
10 gr de azúcar
2 gr de sal
5 gr de levadura fresca del panadero (1,5 de levadura seca)
Relleno
200 gr de carne picada de ternera o cerdo
1/2 cebolla picada
1 diente de ajo
Un chorrito de miel
Un chorrito de salsa de soja
Pimienta negra
Preparación
Para realizar la masa de los dim sum, mezclamos todos los ingredientes hasta conseguir una masa homogénea pero más bien seca. Esto es muy importante, que la masa se pueda manejar pero esté seca porque al ser un cocinado al vapor veréis que en el resultado se nota.
Tapáis la masa y la dejáis reposando durante unos 45 minutos, pero no es necesario que doblen su volumen.
Mientras que la masa está reposando podéis ir preparando la carne para el relleno. En una sartén con un chorrito de aceite ponemos a pochar la cebolla y cuando esté lista, añadimos la carne picada y subimos el fuego. Cuando la carne esté cocinada añadimos el resto de ingredientes al gusto.
Cuando la masa ya haya fermentado, la dividimos en trozos de unos 30 gramos. Formamos unas bolas y las estiramos con el rodillo. Debemos dejarlas muy finas sobre todo por los extremos. Si nos resulta complicado hacerlo con el rodillo, podemos hacerlo con los dedos.
Una vez que tenemos estirada una bola, colocamos una cucharada de relleno en el interior y cerramos la masa haciendo pequeños pliegues como si fuera una empanadilla. Debemos apretar cada pliegue para que quede bien sellado y así vamos girando el bollo hasta terminarlo. A mí los extremos me han quedado un poco gruesos pero iré mejorando.
Una vez que lo tengamos listo lo depositamos encima de un trocito de papel de cocina que habremos cortado con anterioridad.
Una vez que tenemos todas nuestras bolitas preparadas, las dejamos reposar encima de los papeles unos 35 ó 40 minutos para que se esponjen un poquito. Después las cocemos al vapor unos 10 minutos. En una vaporera normal podéis hacerlo. Cuando hayan pasado los 10 minutos, es importante que dejemos reposar los dim sum dentro de la vaporera sin abrirla, porque esto haría que los bollos se desinflasen. Los dejamos reposar un minuto tapados.
Es importante comerlos calientes y los podemos comer solos o acompañados con un poquito de salsa de soja.
El cuscús es un plato tradicional bereber que está hecho principalmente con sémola de trigo, verduras y carne.
La manera tradicional de cocinarlo es en una olla grande que dispone en la parte de arriba de una vaporera. De manera que en la parte de abajo se cocinan las verduras y la carne en su caldo, mientras que en la parte de arriba se cocina el cuscús.
El cuscús dependiendo de la región donde nos encontremos se cocina de una manera u otra. Cuando el guiso es de ternera se suele acompañar de verduras. Mientras que cuando la carne utilizada es el pollo, el acompañamiento es de cebollas caramelizadas con pasas, canela y garbanzos. En las festividad del Eid Al-Adha se prepara con cordero.
Yo la receta que hago en casa es una mezcla de ambas (pollo y ternera). Nos encanta el contraste del guiso salado con todas las especias y el dulzor de la cebolla caramelizada. Pero podéis elegir una de las dos opciones.
Receta de Cuscús de pollo, ternera y verdurascon cebolla caramelizada
Ingredientespara el cuscús
(para 8 /10 personas)
Cuscús precocido
1/2 pollo
500 gr de carne de ternera (ragú en este caso)
1/2 calabacín grande
1 zanahoria
1trozo de calabaza
1 nabo
1 trozo de yuca
2 tomates
1 cebolla
300 gr de garbanzos cocidos (pueden ser de bote)
Cilantro fresco
Perejil fresco
1 rama de canela
1 c. c. de pimentón rojo dulce
1/2 c. s. de pimienta negra molida
1 c. s. de jengibre molido
1 c. s. de comino molido
1 c. c. de anís en grano
1/2 c. c. de pimienta blanca (opcional si quieres que pique un poquito, aunque con el jengibre puedes solucionarlo)
Sal, agua y aceite de oliva
Ingredientes para la cebolla caramelizada
1 cebolla en juliana
30 grs de pasas sin semilla
1 c. s. de azúcar moreno
1/4 c. c. de canela en polvo
Preparación
Empezaremos preparando los ingredientes para elaborar la cebolla caramelizada. Para ello, colocaremos en un cazo la cebolla cortada en juliana con un chorrito de aceite de oliva y dejaremos que se vaya ablandando para que suelte el agua. Podemos taparla con una tapadera para ayudarla en el proceso.
Una vez que esté blanda y haya cogido un color dorado, añadimos el azúcar moreno y dejamos a fuego a medio que se vaya cocinando. Vigilando que no quede seca porque se nos pegaría. Cuando esté casi lista, añadimos las pasas y la dejamos un poquito mas para que las pasas se ablanden. Si es necesario añadiremos un poco de agua. En el último momento incorporamos la canela molida, removemos bien y reservamos.
La textura que nos queda es la de una mermelada de cebolla de color oscuro donde se ven los trozos de cebolla pero están muy blanditos (se puede observar el color en la foto principal)
Para empezar a preparar el guiso, en una cazuela grande con un chorrito de aceite de oliva, rehogamos la cebolla cortada en cuadrados pequeños. Dejamos que se ablande en la cazuela.
En este momento metemos los trozos de pollo que tendremos limpios sin piel y salpimentados. Dejamos que se marquen por ambos lados y los retiramos.
A continuación hacemos lo mismo con la ternera. La salpimentamos y la marcamos en la olla donde tenemos la cebolla. La retiramos.
Incorporamos las especias a la olla y damos vueltas hasta que se integre todo bien con la cebolla. Podemos echar un poquito de agua para que no se quemen.
En este momento metemos la carne que teníamos reservada en la olla y cubrimos de agua. Dejamos cocer hasta que la carne esté tierna. Debemos ir desgrasando y quitando la espuma que vaya saliendo para que nos quede un caldo perfectamente limpio. Como el pollo se cocerá antes que la ternera, cuando lo tengamos listo lo retiramos de la olla y dejamos la ternera hasta que se cocine por completo.
En esta imagen se aprecia cómo se va formando la espuma que debemos quitar y también la grasa.
Ua vez que la carne este cocida, retiramos del caldo y reservamos.
Ahora empezaremos a cocinar las verduras. Debemos hacerlo por tandas porque tienen diferentes puntos de cocción y debemos dejarlas al dente.
Las cortaremos en trozos medianos y las iremos poniendo en el caldo y sacándolas según se vayan cocinando. Así hasta que hayamos cocido todas las verduras. Reservamos calientes tapadas en una bandeja.
Ahora vamos a terminar de preparar el caldo. Para ello pelaremos los tomates y los cortaremos en cuadraditos. Para pelarlos rápidamente sin necesidad de escaldarlos podemos utilizar un cuchillo de sierra. Los ponemos en la olla donde tenemos el caldo. Dejamos que hiervan unos 10 minutos para que se cocinen.
Después añadimos el cilantro (doble cantidad que perejil) y el perejil picado, y los garbanzos cocidos. Dejamos que cueza todo junto unos 5 minutos. Rectificamos de sal y especias y ya tendríamos el caldo listo para servir.
Para preparar el cuscús simplemente debemos seguir las instrucciones del paquete. Recordad que podemos hacerlo al vapor que es un proceso bastante más lento y que requiere algo más de práctica o hirviendo agua. Si lo preparáis al vapor sobre la cazuela donde estáis cocinando la carne y las verduras, tomará los aromas de las especias y tendrá una textura mucho mas esponjosa. Si lo hacéis hirviendo agua es bastante más rápido y sencillo. Ponemos a hervir agua. En un recipiente grande (ya que el cuscús una vez cocinado dobla su volumen) ponemos el cuscús con sal y aceite de oliva. Lo mezclamos todo bien. Cuando el agua rompa a hervir, la dejamos reposar unos minutos y la vertemos sobre el cuscús seco. Debemos poner la cantidad de agua exacta porque si no el cuscús quedara pastoso. Esta cantidad es la que cubra el cuscús y un centímetro por encima. Es preferible no echar de más y si necesitamos, añadirla a posteriori. Dejamos reposar hasta que haya absorbido todo el agua. Cuando haya desaparecido todo el agua, debemos desgranarlo (separarlo para que quede bien suelto). Podemos hacerlo con un tenedor removiendo o con las manos.
Para servirlo, pondremos en un plato primero el cuscús, alrededor dos trocitos de cada tipo de verdura dejando un hueco en el centro donde colocaremos la carne. Encima rociaremos el caldo con los garbanzos y por último una cucharada de cebolla confitada.