Bollitos suecos de moras y arándonos

Ahora que ya estamos en temporada de moras, vamos a preparar unos bollitos que son parecidos al brioche pero con un suculento sabor a cardamomo que no dejará de sorprenderos. Yo he combinado las moras con unos arándanos pero podéis no hacerlo. Estos bollitos de procedencia sueca se parecen, según mis hijos, a unos cerebros cuando aun no están horneados, pero están realmente deliciosos sobre todo recién hechos.

Receta de Bollitos suecos con moras y arándanos

Ingredientes

(para 4 bollos)

  • 185 ml de leche templada
  • 1 huevo grande
  • 1 pizca de sal
  • 1/2 c. c. de semillas de cardamomo molidas
  • 5 gr de levadura química
  • 80 gr de azúcar blanca
  • 25 gr de mantequilla fundida
  • 400 gr de harina común de trigo
  • 30 gr de azúcar integral de caña

Para el relleno:

  • 200 gr de moras y arándonos
  • 30 gr de azúcar blanco muy fino
  • 1 lima (también podéis usar una naranja)

Preparación

  • En primer lugar mezclaremos la levadura con la leche hasta que la levadura esté bien disuelta y reservaremos.
  • Para conseguir el polvo de cardamomo, aplastamos los granos con el mortero, quitamos la cáscara y machacamos las semillas hasta convertirlas en polvo finito.
  • A continuación en un recipiente hondo, batimos el huevo con la pizca de sal y los 100 gramos de azúcar, los 25 gr de mantequilla fundida y el cardamomo.
  • A continuación añadimos la leche con la levadura y 250 gr de harina. Seguimos moviendo hasta tener una mezcla homogénea.
  • Añadimos el resto de la harina y seguimos amasando a mano para darle uniformidad a la masa. Una vez que tenemos la masa lista, la dejamos en un cuenco cubierto con un trapo para que repose aproximadamente una hora o hasta que haya doblado su volumen y tenga burbujitas.

  • Mientras que tenemos la masa reposando ponemos las moras y los arándanos en un cuenco. Rallamos la piel de la lima y la ponemos sobre la fruta junto con el zumo de la misma. Aplastamos un poco las frutas con un tenedor o un pasapurés y dejamos reposar.

  • Cuando tengamos lista la masa, espolvoreamos harina sobre la encimera y ponemos la masa. La estiramos hasta tener una especie de rectángulo u ovalo de un dedo de grosor.
  • Ahora tendremos que poner el relleno y como está húmedo se nos pegará la masa en las manos. Deja a mano un recipiente con harina por si lo fueras a necesitar. Con una espumadera cogemos la mitad de las frutas dejando que escurra el zumo, y las ponemos en el centro del rectángulo de masa. Ahora doblamos los extremos opuestos de la masa hacia la centro como si fuera un sobre, y hacemos la misma operación con los contrarios. Pero antes de hacerlo pondremos otro puñadito de frutas sin zumo sobre el pliegue anterior (tal y como se ve en la fotografía).

  • Una vez que tengamos listo el sobre intentamos estirarlo un poco a lo largo y lo cortamos en cuatro partes. Después cada una de estas partes las enrollamos sobre si mismas para que quede una especie de nudo gordo.
  • Colocamos estos nudos sobre una bandeja de horno cubierta con papel, dejando espacio entre ellas para que puedan crecer. Hacemos un hoyo con los dedos en el centro de los bollitos e introducimos la fruta restante hundiéndolos bien en la masa, regamos con el liquido que nos quede en el cuenco y espolvoreamos con el azúcar de caña. Cubrimos con un papel film y dejamos reposar para que fermenten en un sitio templado unos 20 minutos, mientras que calentamos el horno.

  • Calentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo. Cuando hayan pasado los 20 minutos o los bollitos hayan subido, los metemos en el horno y los cocemos durante unos 20 ó 25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
  • Una vez cocinados lo mejor es servirlos calientes. Los podéis comer solos, acompañados de helado o espolvorearlos con un poco de azúcar glas.

Espero que los disfrutéis!!!